Continuará formando parte del club, colaborando en la medida de sus posibilidades
No soy mucho de estas cosas, pero creo que esta vez merece la ocasión después de 18 años, por motivos laborales y personales he decidido dejar la Escuela de Fútbol Sala de O Parrulo Ferrol. Creo que no puedo dedicarle todo el tiempo que se merece tanta estructura y es responsable y leal dejar a otra gente que si tiene esas fuerzas o ese día a día para ver crecer a los niños.
Antes de todo, quiero dejar claro que no me bajo del barco del club en estos momentos duros que pasamos. Este club es como mi segunda familia, pero la masa social de la Escuela requiere otra atención y yo quiero que me recordéis como lo que fui todos estos años.
Siempre me he sentido querido, cercano e incluso admirado por mi dedicación, sé que he perdido cosas dedicando todo mi tiempo libre a esto, pero quiero que la gente se vaya con un buen recuerdo de Testa.
Quiero dar las gracias a todos esos monitores que tanto les di la brasa y que tanto le enseñaron y ayudaron, hemos formado una gran familia.
Como no a esas familias, muchos de los amigos con los que he tenido tantas experiencias y sobre todo que me han respetado en los buenos y sobre todo en los malos momentos
A todas esas personas imprescindibles en este mundo: Picos (mi descubridor), Iván López (mi compañero de viajes), Melo (mi eterno segundo y el nuevo Testa), Adán (que sería este club sin ti), Manel (la eterna sonrisa), Dani Tenreiro (mi socio), Nachete (cuanto me enseñaste). Los tres místers que tuve la suerte de que me apoyaran con la Escuela (mi Dieguiño Ríos, Héctor Souto y Óscar Vigo), Mabel y a las chicas de Testa (Mónica, Lucía, Anabel, Marta, Bety).
Y todo lo que viene detrás (Joel, Turbi, Ángel, Yaguito, …), mis niños.
No quiero seguir nombrando porque se que se me quedará gente importante.
A la directiva: Naveira, Julio (que sé que estás enfadado por este paso). Tranquilos, que aquí estaré ayudando en mi tiempo libre y discutiendo con vosotros, no me voy a bajar del barco y es muy valorable lo que hacéis tantos años.
Pero, sobre todo, dar las gracias a todos esos niños que han pasado por mis manos, la mayoría ahora amigos y otros que los sigo viendo con esa ilusión y ganas de hacer lo que más le gusta.
Qué bonito es estar rodeado de niños con su sonrisa, que suerte tuve.
Gracias a todos por hacerme sentir tan querido, lo mejor de la vida.
Los patos nunca vuelan solos. Aquí estaré siempre para ayudar a mi club.
El vídeo de la despedida de la Escuela de Roberto Testa: