Los gallegos llegaban a este partido decisivo tras imponerse en sus tres partidos de la fase de grupos a La Rioja, Extremadura y Castilla La Mancha, mientras que en las semifinales se imponían a Madrid. En esta final se enfrentaban a un cuadro asturiano que también había conseguido contar todos sus partidos por victorias.
El encuentro empezaba bien para los intereses de los gallegos, porque en una jugada afortunada el asturiano Ferre introducía el balón en su propia portería, pero esta ventaja duraba pocos minutos porque Unai conseguía empatar el partido en el minuto 6. El encuentro estaba igualado y la balanza podía decantarse para cualquiera de los dos lados, pero Zoe volvía a adelantar a los gallegos con el 1-2, aunque la alegría duraba poco porque tan solo unos segundos después Rodri marcaba el 2-2, resultado con el que el partido se iba al descanso.
Tras la reanudación los problemas empezaban para los asturianos al ver Unai su segunda tarjeta amarilla, algo que conseguía aprovechar el ferrolano Adrián para marcar el 2-3 en la superioridad numérica. Este gol dejaba tocados a los asturianos, mientras que los gallegos se hacía con el control del partido, anotando Iker el 2-4. El encuentro estaba llegando a sus minutos decisivos y Asturias se volvía a meter en el partido con un gol de Rodri. Con tan solo un gol de desventaja, los asturianos arriesgaban sacando al portero-jugador a la pista, pero el juego de cinco lo supo aprovechar Galicia para anotar el 3-5 a falta de 40 segundos por medio de Iker, sentenciado el partido y consiguiendo el título nacional para el combinado gallego.